Fuente: http://www.cipaf.org.do/index.
A pesar del carácter fuertemente patriarcal de la sociedad Dominicana, en el ámbito de lo doméstico, lo que más caracteriza a la figura del padre dominicano es su ausencia. La división tradicional de los roles de hombres y mujeres enfatizaban esa ausencia al designar al hombre como el proveedor, el de la calle, el hombre público, y a la mujeres como las únicas responsables del orden domestico, de la vida cotidiana y de los afectos.
De esta división estereotipada surge la imagen del padre como alguien autoritario, distante, de pocas palabras, dueño de la verdad, la fuerza y la justicia, serio, seco… Un padre, que muchas veces, al terminar la vida de pareja también parece divorciarse física y emocionalmente de sus hijos e hijas.
Aunque las jóvenes generaciones empiezan a confrontar esas visiones tradicionales y tratan de construir una nueva paternidad, la verdad es que no cuentan con muchas referencias y menos con políticas y programas que desde el Estado y las instituciones apoyen y estimulen su búsqueda y compromiso con una nueva relación entre padres e hijos/as.
UNA NUEVA PATERNIDAD ES POSIBLE
La campaña que impulsa CIPAF, con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para promover la ratificación, por parte de gobierno dominicano, del “Convenio Núm. 156 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Trabajadores con Responsabilidades Familiares”, abre una oportunidad importante para dialogar sobre las búsquedas de nuevas formas de paternidad, dado que dicho Convenio no sólo promueve conciliar el empleo y las responsabilidades de la familia y el hogar, sin sacrificar ninguna de los dos, sino que también llama a promover políticas públicas y acciones que involucren a los hombres en una distribución más igualitaria del cuidado y las responsabilidades familiares. Una paternidad activa y una corresponsabilidad familiar ayudarán, sin lugar a dudas, tanto a mujeres como a hombres a lograr un mayor equilibrio entre vida familiar y trabajo.
PADRES QUE CUIDAN
Hemos ido descubriendo con el paso de los años que el cuidado, la crianza y la educación no es de hombres ni de mujeres, son ACTITUDES y que por tanto todas las personas pueden cuidar, más allá de la orientación sexual e independientemente de que las criaturas sean concebidas biológicamente, acogidas o adoptadas.
A igual que pasa con la madre, considerada por la sociedad como “la” cuidadora por excelencia, el cuidado alimentará el vínculo entre el padre y sus hijas e hijos.
CUIDAR es ayudar a satisfacer las necesidades, es enfocarnos en lo que la propia criatura nos pide, en sus necesidades.
Cuidar es VER a los niños y a las niñas.
DIA DEL PADRE IGUALITARIO
La ausencia en el país de una reflexión amplia sobre la paternidad y de políticas y programas dirigidos a la construcción de una nueva forma de paternidad se expresa claramente en la celebración del llamado Día del Padre. Establecido como la contrapartida del Día de las Madres antes se celebraba en junio y finalizó estableciéndose el ultimo domingo de julio bajo criterios puramente comerciales: alejarla de mayo para para que la población se “recupere” del gasto de las madres.
Esta situación de ser un evento comercial vacío, crea optimas condiciones para dar un mayor contenido a esta fecha, transformándola en un espacio para pensar y promover nuevos modelos de paternidad, para acercar a los varones a una mayor apreciación de su rol y para festejar aquellos hombres que intentan reivindicar un lugar en el corazón, el afecto, el cuidado y la orientación de sus hijas e hijos.
Les proponemos entonces nombrar el próximo domingo 29 de julio como DIA DEL PADRE IGUALITARIO, haciendo un llamado solidario a hombres y mujeres para avanzar en la construcción de una nueva paternidad. Frente a la avalancha de anuncios comerciales que fomentan el machismo y las conductas de riesgos o exaltan la imagen del padre como alguien únicamente enfocado en su trabajo y en la calle, presentemos propuestas, modelos y ejemplos múltiples de padres cuidadores y amorosos, involucrados en el desarrollo de sus hijas e hijos e incorporados, con amor y entusiasmo, a las tareas cotidianas de su cuidado y crianza.
Fuente: http://www.cipaf.org.do/index.